viernes, 17 de abril de 2009

Autores


Hoy he entrado en la sede de Madrid de la SGAE por primera vez en mi vida. Después de dar mi DNI a la guardiola del hall se me han abierto las puertas de la cultura y la autoría. Cuando uno no tiene más que lo que ha hecho puede entrar en la SGAE, que es como entrar en el cielo amueblado de las ideas, donde todo huele a limpio, a recién afeitado. Corre como un aire de efectividad en el ambiente. Los pasillos están formados por paredes lisas y puertas con mirilla. He imaginado unos ojos que me miraban caminar con mi bloc de notas en la mano. Llego a una sala amplia que me recuerda al banco que desvalijan al principio de "Grupo salvaje", pero no se escuchaban los cánticos anti-alcohol en la calle y he decidido seguir en la realidad. Un hombre pequeño y sonriente ha salido de una puerta como de decorado provisional y me ha preguntado que en qué podía ayudarme. Le he pedido información sobre la inscripción en el mundo de los autores. "¿O debo decir ingreso?". "Inscripción es correto, lo aceptamos igualmente". ¿Veía a aquel caballero del fondo que estaba hablando por teléfono? Si, lo veía. Pues cuando acabara de hablar por teléfono podía ir hasta él y preguntarle todo lo que quisiera. Ha sido tan amable y yo llevo una semana tan difícil que me han entrado ganas de abrazarle e invitarle a que cuando vaya a San Sebastián se pase por el bar de mi padre. Pero no, me he recobrado y he seguido comportándome como un autor.

Esperando a que el hombre de las respuestas terminara su conversación telefónica (se le oía dar indicaciones cortas y fáciles mientras estrangulaba el cable del teléfono o entreabría los estores de la ventana), he dado unos cuantos pasos en círculo posando mi mirada por aquí y por allá. La sala estaba compartimentada en cinco despachos separados entre sí por paneles de poco más de un metro. Del cubil más alejado a mi derecha se ha levantado un hombre, un autor que daba la mano al empleado de forma especialmente agradecida. Era Forges. Se ha marchado con los ojos aniñados de uno de los Dalton, cerrando la cremallera de uno de esos estuches de cuero negro rectangular y alargado que cabe perfectamente en la mano fornida de un recogedor de patatas. No sabía que se podían tener tantos callos por dibujar. La satisfacción con la que se ha marchado ese buen hombre ("Mariano, las siete", "que pasen") me ha hecho suspirar. De pronto he visto acercarse por el lado opuesto a un director de cine. Curiosa coincidencia. El otro día me pregunté qué sería de él, dónde estaría metido, que no se sabe nada de sus pasos, qué es lo que hace un mediocre como él cuando no se tiene proyecto. El tipo caminaba como si viniera de mear y ha entrado en una oficina lateral como Pedro por su casa, lo cual me ha hecho pensar que no estaba allí de paso sino que volvía a su puesto de trabajo. No ha vuelto a salir de donde ha entrado. Osea que eso es lo que hace un director mediocre cuando no tiene proyectos.

Finalmente mi hombre ha colgado el teléfono. Desde su asiento me ha invitado a que me acercara. "Hola, venía a informarme de cómo puedo registrarme como autor, porque he estado mirando en internet y no he entendido absolutamente nada de lo que decís en lo de preguntas frecuentes". "No pasa nada, es muy fácil" me ha contestado con una sonrisa espectacular. El tipo era sevillano o carne de logopeda desde los 16. "¿Eres autor?" me ha preguntado. "Of course", la pregunta ofendía. ¿Acaso no se me ven las trazas de autor? Llevo barba de seis días, que es como la de tres pero en mi metabolismo, zapatillas y pantalones ajustados negros, de los que marcan cheques nominativos, las uñas mordidas por noches de insomnio y una pinta de guarro que sin embargo desaparece en las distancias cortas, cuando los olfatos educados descubren a Armani volatilizado en mi cuello. "Soy autor reciente" he contestado. "¿Tienes un grupo?". El tipo me ha visto pinta de guitarrista. "No, no, no, soy director y guionista". "Ah, estupendo" ha contestado, como si eso facilitara en algo las cosas. Será en lo tocante a la SGAE, no te jode.

- Osea que tienes un cortometraje.
- En efecto. Y como lo van a emitir por la televisión, vengo a darme de alta.
- Por supuesto. Pues ya verás qué facil va a ser todo.

(El tipo parecía un dentista de esos que intentan tranquilizarte antes de una extracción traumática. No lo digo por ti, Norberto de mis amores, que dónde andarás, mal rayo te parta, cualquier día te veo denunciado en el programa matinal de la Susana Griso, mataencías).

- ¿Me pueden facilitar aquí todos los impresos necesarios? Es que no quería estar haciendo viajes de ida y vuelta porque se me hubiera olvidado algo y por eso he preferido venir.
- No te preocupes. Vamos a ese despacho de ahí y te lo doy todo.

Hemos ido.

- Osea que un documental para la televisión.
- ¿Cómo?

Ya era tarde.

- Cristina, aquí ha venido este chico, que es autor de un documental sobre la televisión, ¿puede apuntarse, verdad?
- ¿Lo han estrenado?- le ha preguntado la tal Cristina pero mirándome a mí.
- No, todavía no. Lo van a echar en breve - contesta el sevillano.
- ¿En qué programa? - me pregunta la mujer.
- En Versión Española.

Una chica que estaba sentada en el despacho de Cristina se ha girado al oirme decir esto y me ha mirado. No era Cayetana.

- ¿Pero todavía no lo han emitido?
- No -contesto.
- Ah, pues entonces nada. Primero tiene que estrenarse. Hasta que no se estrene, nada.

Súbitamente me ha pasado por la cabeza la imagen de Forges cerrando la cremallera de su estuche-cartapacio-monedero de rentista o farmacéutico de tinta china.

- No, no, vamos a ver. Vengo a registrar un cortometraje que sí se ha estrenado y que se va a emitir en televisión.
- ¡Ah, bueno! ¡Un cortometraje!
- Sí. De hecho lo habéis proyectado aquí, en la SGAE, hará unos meses.
- Pues entonces no hay problema. Que rellene los impresos habituales.

Dado el visto el bueno, el andaluz que subió una colina y bajó el Himalaya me ha llevado hasta una mesa y me ha ido entregando los informes imprescindibles.

- Puedes rellenarlos ahora mismo, es muy fácil, como verás, lo puede hacer un niño de dos años.

Vaya por Dios.

- Pones aquí tu nombre y tus apellidos. ¿Qué me has dicho que eras? Director y guionista, ¿no? Pues pones D de director y G de guionista o A de argumentista. Firmas aquí y aquí. Pero no aquí, ni aquí.

Que me traigan un niño de dos años.

- Seguimos. Es un documental, ¿no?, me has dicho. Ah, no, un cortometraje. Bueno pues, ¿ves aquí que pone cortometraje? Me lo redondeas así y punto. Ahora la forma de pago. Como quieras. ¿Que quieres un cheque?, pues una equis aquí, donde pone cheque, ¿que quieres que se te ingrese en tu cuenta corriente?, pues me pones la cuenta corriente en estas casillitas vacías y santas pascuas. Lo que no sepas rellenar no importa porque da lo mismo. Esto y esto, ni te fijes, son bobadas. A ver, ¿qué mas hay por aquí? Ah, bueno, esto es lo más importante. El contrato. Es una tontería, lo único que tienes que hacer es firmar. Firmas aquí, y también aquí, pero sobre todo aquí, al lado de la firma de nuestro Presidente. Y ya está.
- Bien, pues muchísimas gracias. Prefiero rellenarlo en casa, con un rooibos calentito y con tranquilidad, si no le importa.
- Como quieras, hombre. En cuanto nos lo mandes, ya sabes, a cobrar se ha dicho. Y bienvenido, ¿eh?
- Pues muchas gracias.

He salido a la calle después de despedirme de todos y cada uno de los representantes de ésta mi nueva familia que el azar me ha deparado conocer hoy. La guardiola me ha dicho adiós con un tono de voz mucho menos tirante. El sol no brillaba pero yo era ya casi un autor. La suerte ha querido que tampoco hubiera charcos en la carretera. El director de la película de mi vida hubiera hecho que un camión pasara justo entonces por delante y me salpicara de realidad la cara de idiota paniaguado que se me ha quedado con tan sólo estar cuarenta minutos bajo el techo del señor Presidente Bautista.

Larga vida, al Presidente.

Heil, cheque.


P.D.: Sobre la foto, he de decir que me he limitado a poner "autores" en google y me han salido los supuestos autores del atentado contra el juzgado de Getxo. No me ha parecido conveniente...

1 comentario:

  1. Enhorabuena por la proyección con Cayetana!! ¿¿¿Sabes la fecha exacta ya???

    ResponderEliminar